Nueva York.- Hablemos bien claro: ¿Cuál es la real población de
inmigrantes dominicanos en la ciudad de Nueva York? Pero, además,
¿cuántos criollos residen en Estados Unidos?
El pasado martes,
en horas de la noche, arribé a esta ciudad. Otro de mis tantos viajes a
la llamada “Babel de Hierro que también ha sido bautizada como “La Gran
Manzana”.
Con
relación a la migración dominicana en USA, y en concreto en Nueva York,
“llueven” las especulaciones. Especulaciones que son alimentadas por
periodistas al escribir crónicas, artículos y reportajes. La
especulación más socorrida dice que en Nueva York la gran colonia
dominicana pasa del millón. Es decir, que en NY hay más de un millón de
criollos.
Y
la gran mayoría, diríamos más del 80 por ciento, ha inmigrado a esta
monumental metrópolis en busca de “El sueño americano”… el mismo
propósito de decenas de millones de ciudadanos latinoamericanos. Yo,
para entrar también en el grupo de periodistas que especulan con la
migración dominicana en Nueva York, “certifico” que en esta bendita
tierra de El Tío San -donde la llegada de turistas alcanza, anualmente,
los 50 millones-, residen cerca del millón de quisqueyanos.
¿Soy
hiperbólico? No lo creo. Al propósito del tema, lean esto: “Todos somos
inmigrantes”. Así es titulada la obra del reputado pintor dominicano
Oscar Abreu, quien -en un acto realizado en el Alto Manhattan- la dio a
conocer y recibió elogios.
No
pude asistir a la actividad porque estaba recién llegado desde Santo
Domingo, pero el comunicador José Zabala, conocido en la comunidad
dominicana como el “periodista más activo del diarismo digital”, me
ofreció específicos detalles del acto.
En un texto entregado a los
presentes en el acto, se informa que “Todos Somos Inmigrantes es una
obra mural transportable, con un formato de 70 pulgadas de altura por
166 de ancho desarrollado en la técnica mixta del pintor Oscar Abreu.
La
obra fue pintada durante un performance en vivo realizada por el
destacado artista del pincel en la recién celebrada Feria de arte
Artforo, que reunió a lo mejor del arte contemporáneo dominicano”. A
veces, y así lo escribí hace dos meses al hablar de los inmigrantes
venezolanos en República Dominicana, “alardeamos” de que a quien emigra a
otros países se les llama un “estorbo social”.
Es
normal que un ciudadano inmigrante, en cualquier país, tenga problemas.
Principalmente problemas de adaptación. Además de ver realizados sus
propósitos de vivencia debe aclimatarse, “olvidarse” de su país. No es
que deje de pensar en la patria -eso nunca debe ocurrir- , porque en su
conciencia debe estar que tarde o temprano tendrá que regresar a su
tierra y finalizar su hábitat biológico.
Estados
Unidos ha sido el “refugio” principal de los dominicanos pobres
inmigrantes. Este país, y dejemos atrás cualquier dificultad, ha dado un
trato positivo a cientos de miles de quisqueyanos. Preciar que en Nueva
York, donde tengo una estancia de vacaciones de 12 días, ha sido la
ciudad predilecta de nuestros paisanos inmigrantes.
Y
aquí han salido victoriosos...y no han defraudado sus orígenes que son
los mismos de que forjaron la nacionalidad dominicana que lideraron
Duarte, Mella, Sánchez y Luperón.
Podríamos
afirmar que “El sueño americano”, para cientos de miles de dominicanos,
ha sido realidad. Porque, después de todo, “el sueño americano” no ha
sido pesadilla para nuestros paisanos que vinieron a Estados Unidos en
busca de ver materializadas sus metas. Las metas que no pudieron ver
cristalizadas en su país que, no obstante, nunca olvidan y siempre
levantan su bandera.
En
Nueva York hemos tenido cientos de dominicanos que no se quedaron como
simples obreros de factorías y trabajadores de tiendas, restaurantes,
taxistas o cuidadores de ancianos, niños y otras labores propias de
gente sin preparación intelectual o profesional.
Explicación
que aclara: Con las citadas menciones no estoy denigrando al dominicano
que por circunstancias migratorias se ven obligados a realizar todo
tipo de trabajo y de esa manera garantizar su subsistencia. ¡Y que es
trabajo honesto!
República
Dominicana tiene dignos representantes en Estados Unidos.
Personalidades que incluso son altamente respetadas en la exigente
sociedad de USA.
Tenemos singulares ejemplos como los de Junot
Díaz, joven escritor, ganador del famoso Premio Pulitzer y Adriano
Espaillat, senador del Congreso de EE.UU.
Junior
Díaz fue galardonado, en el 2008, por su connotada novela La
maravillosa vida breve de Óscar Wao. Es, además, profesor de escritura
creativa en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y catedráticos de
otras academias. Adriano Espaillat hizo historia al convertirse en el
primer congresista en USA de origen dominicano.
¡Loor a los inmigrantes criollos en la poderosa nación del Norte!
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